27 abr 2012

La Guia del Caballero IX

Regresamos una semana más con la continuación de esta Guía, y ya nos acercamos al final de la parte dedicada al vestir de traje. Hoy dedicaremos el capítulo a la camisa:

La camisa tal y como la conocemos hoy hizo su aparición en 1871, hasta entonces las camisas no poseían la característica hilera de botones y se ponían como si fueran una camiseta. Los puños de estas antiguas camisas tampoco poseía botones, y este se ajustaba con un lazo que se situaba en la zona de la muñeca.
Como ya he dicho a partir de 1871 nacían las camisas actuales y se definían como una prenda de ropa interior, y por tanto su única función era la protección contra el frío. Como prenda de ropa interior que era quedaba completamente prohibido mostrarla en exterior. De aquí nace la expresión <<presentarse en mangas de camisa>> lo cual era una auténtica vergüenza en la época.

Solo a partir de finales del siglo XIX la camisa comienza a verse como otra prenda de exterior y es la camisa blanca la que toma un enorme protagonismo. Al ser blanca esta camisa obligaba a los caballeros a mantener una cuidadisima pulcritud y esto se convirtió en el signo de nivel social de entonces, ya que solo los caballeros más adinerados podían permitirse cambiarse constantemente de camisa para mantenerla limpia. Fue en 1820 cuando Hannah Montague inventó el cuello desmontable, que permitía usar una única camisa cambiando el cuello cuando este se manchase. Es en el siglo XX cuando comienzan a aceptarse las camisas de otros colores y con estampados lisos y de rayas dentro del ámbito formal.

Dicha la historia aprendamos a identificar una camisa de calidad,

     -Lo primero es asegurarse de que cuenta con un tejido de calidad, que proporcionara una mayor durabilidad a la camisa. Su calidad se marca por: la composición, el hilo y el tipo de trenzado.
            .En la composición se deben buscar compuestos como algodón, lana, lino o seda.
            .El hilo deberá de ser de dos cabos ( dos hilos entrelazados) que aportarán mayor resistencia a la camisa. Y deberá estar dispuesto en 2x2 (hilos en vertical y en horizontal)
            .El trenzado depende de la textura deseada, originando así trenzados como el popelín, el piqué, la franela o la pana entre otros.

    -Lo segundo es cercionarse de que casan los dibujos, los de la espalda con la manga en la unión del hombro.

    -Una buena camisa también incorporará la posibilidad de introducirle unas ballenas en el cuello que permitan mantener las puntas rectas.

    -El numero de puntadas por centímetro es otra indicación de la calidad, a más puntadas más resistencia tendrá la camisa.

No hace falta mencionar la importancia de la artesanía dentro de la elaboración de una auténtica camisa de calidad, garantizando así que de acudir a una buena camisería que se obtendrá una camisa con las más mínimas pautas de elegancia.

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